miércoles, 20 de noviembre de 2013

Teach positive

Iba caminando cuando me encontré un girasol mirando al suelo, ajeno al Sol del atardecer, súper despistado o deprimido, no sé cuál de los dos. Con gran entusiasmo le levanté la barbilla para mostrarle dónde estaba el motivo de su nombre y de su vida / nuestra vida. Y entonces...

¿Qué pudo ocurrir?


16 comentarios:

  1. Seguro que los girasoles se pusieron a mirarte a tí solete alegre.

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  2. Dijeron... nos conformamos con ver tu sombra, Anica...

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  3. Se rompió y te comiste las pipas! Oh, irónico destino!

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    1. jaja! ¿Se rompió porque lo giré demasiado? brutaaaaaal... a veces queriendo hacer el bien...

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  4. ANIKA....., ANIKA..., por fin te veo!!!!

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    1. Pues ya era horaaaaaaaa :D Muchas gracias, Recrista de La Vela

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  5. … giró hacia la luz dorada que le daba la vida y confundió el sol con su reflejo en la larga y dorada melena de Anica y desde entonces se llama giranica.

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  6. Te dijo que era mucho más interesante observar desde lo alto a las hormigas que tener que mirar hacia arriba donde siempre estaba el sol al que tenía muy visto.
    Cuestión de perspectiva.

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  7. Apareció el dueño con el puño en alto maldeciéndote por pisar su campo de girasoles mientras su perra gruñía mostrando los incisivos y tú le dijiste al chucho: ¡¡Bichaca, pero qué majica que eres, bonitica!!!

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    1. Jijiji qué guay... ¡Y sí que era majica la Bichaca!

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